El sueño de la impostura
Siempre es un placer trabajar con José Antonio Ramírez. Su estilo onírico y a la vez cotidiano te evoca automáticamente imágenes con las que trabajar. En esta ocasión el encargo fue ilustrar las tapas de su novela El sueño de la Impostura.
El caso es que la narración que se describe en ella me toca de cierta manera, ya que gira alrededor de lo que denomina novela publicitaria y trabaja con un metalenguaje que desdibuja los límites del protagonista, el lector y el escritor.
Para ilustrarlo decidí tomar la arquetípica figura de ejecutivo movido por los hilos del teléfono, del que está preso y que condiciona en sus movimientos como si se tratara de una marioneta.
Cuando el lector se sumerge en la lectura de esta novela, esta imagen comienza a cobrar sentido. Este es el tipo de trabajos que se disfrutan más documentando que diseñando.