Hoy os traigo una jugosa y emocionante noticia para mi y posiblemente para vuestros bolsillos. Tras una relación amorosa con La Vinileta (además de trabajar codo con codo son el brazo ejecutor del proyecto 1000×0001) hemos decidido colaborar de manera regular. Esto significa que yo les iré mandando diseños y vosotros los podréis ir comprando sin problemas de que falten tallas o modelos.
Sé que no os suena a gran noticia, pero para mi significa que voy a poder dar rienda suelta a mis chorradas para que las vistáis por la calle y no voy a tener que alquilar un trastero ni dejarme la pasta en acumular camisetas que me chupan el fluido vital cada vez que las veo.
El pistoletazo de salida ha sido con tres diseños que he ideado para tan magna ocasión y que llevaban pululándome por la cabeza unos meses. Paso a presentároslas.
Esta camiseta es todo un alegato a la comparación como figura esencial del humor popular. No conozco quien no haya escuchado eso de ¡Ereh máh feo qun frigorífico por detrá! (si no como emisor, como receptor del improperio). No hay humorista patrio que no admire el buen uso de estas composiciones muy por encima de cualquier puto refranero. Si todo funciona bien pretende ser una serie, así que dejaros los cuartos que yo ya me he dejado las neuronas y algunas horas de trabajo detrás de esto.
Yo reciclo es como si comprimieran todas las publicaciones sobre la reencarnación y el ecologismo y te las dispararan en el puto pecho. La mancha que dejarían tus vísceras sobre la camiseta blanca formarían esta ilustración. El reciclaje vital es una realidad desde que el mundo es mundo y tú sin saberlo. Nace, envejece, atraviesa muros y vuelta al lío.
¿Cuántas horas has dedicado a entrenar tu muñeca y tus manos para hacer el ayuken? Este que os escribe muchas. Pero seguro que desconocíais esa línea de comandos que hará que os hagáis con una victoria de proporciones bíblicas: UP – DOWN – LEFT -RIGHT – AMEN. Proclamad la palabra allá donde vayáis porque vuestra alma es pura y mi cuenta corriente un puto chiste. Si la quieres conseguir no la busques en tu parroquia de barrio, pulsa comprar y no te toques ahí abajo.
Todas estas camisetas las podréis encontrar en la web de La Vinileta y también en la tienda online de esta propia página (sí amigos, en esta página hay una tienda y posiblemente ni os habíais dado cuenta). Durante el proceso de compra os remitiré directamente a la página de La Vinileta, donde podréis finalizarla.
Sobra deciros que quiero que no os dejéis en los bolsillos ni una puta pelusa porque, evidentemente, algo de viruta me cae a mi. Sois buena gente y seguro que no me dejaréis morir en un callejón oscuro sin antes tapar mi cadáver con una de estas camisetas.
Yo tengo cristalino que no me van a ver más el pelo por una tienda física para que coloquen una camiseta regular que va a tener todo Cristo, y vosotros deberíais hacer lo propio. Hay que demostrar un poco de personalidad y es una ocasión perfecta para hacerlo. COMPREN
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