SERIES
COMMUNITY 2T (NETFLIX): No está nada mal. Parece que esto se mantiene, aunque la puta manía de romper la tensión sexual entre personajes protagonistas termine enturbiando todo. Es curioso como ese momento se ve recogido pro el propio personaje encargado de llevar el hilo conductor. Abed dice claramente que algo ha cambiado y efectivamente es así. Aunque hay episodios brillantes se nota ya el descenso de calidad paulatino en la serie. Quedan 3 temporadas por delante y me temo lo peor. Ya he visto que el personaje de Chevy Chase se larga en el último capítulo. El mágico equilibrio que se establece entre personajes antagónicos se va resquebrajando y terminará mucho peor. Mi completismo me hará terminar con esta serie a la fuerza, y espero reírme mucho pese a los capítulos insulsos llenos de moralina. Por favor, si no va a ser rápido que sea sin dolor.
DOROHEDORO 1T (NETFLIX): Maravillado. Así me quedé cuando, al abordar sin intención de ver una obra sobresaliente, una serie de animación algo acartonada (de esas que tan baratas les sale a Netflix) me reventó en la cara una serie con algo especial muy difícil de describir. Es cruda e irreverente, como a mi me gusta. Con sorpresas y risas, como a mi me gusta. Con una estética muy cuidada y con finísimas referencias a personajes e historias populares, como a mi me gusta ¿Por qué hay algo que no me termina de encajar? ¿Sería el tipo de animación? ¿Sería que lo vi en japonés subtitulado y no estoy acostumbrado a ver series de fondo en versión original subtitulada? No lo sé, la verdad. Lo que sí es cierto que me ha encantado y que estoy deseando ver una segunda temporada.
BAKI P3 (NETFLIX): Tan mala como hipnóticamente ridícula. Me juré a mi mismo no ver esta serie, pero es que no me la puedo tomar demasiado en serio y el argumento es tan mierda que puedo dejarla como ruido blanco de fondo. Hay cosas que no se sostienen pero no es porque los guionistas sean rematadamente malos, sino que se debe a que el publico objetivo es ese preadolescente emocionado con las luchas y los músculos. Ese niñato que se imagina pegándole palizas a sus bullyies, que busca el videojuego más sangriento, la película más bestia y la serie de animación perfecta para dejar salir esa violencia incontenible que lleva dentro sin hacerse más daño que a si mismo. Esta serie puede que no sea la más exquisita, pero sí es la más adecuada para su público. Si la ves con esos ojos puede que te la puedas tragar sin morir en el intento. No negaré que posiblemente vea más temporadas preguntándome qué coño estoy haciendo. Y quien quiera blandir esta serie en mi contra le preguntaré si disfrutaba mucho viendo Bola de Dragón, Caballeros del Zodíaco o He-Man.
PADRE DE FAMILIA 17T (NETFLIX): Ya lo habré dicho más veces, pero es necesario no darle la espalda a quien te ha hecho reír antes. Si una serie como Padre de Familia me ha arrancado alguna lágrima le debo el beneficio de la duda. La oportunidad de redimirse de chistes zafios y faltos de chispa que buscan la risa del que busca desde la falta de gusto el chiste más fácilmente hiriente. He visto la temporada completa y me ha arrancado una sola risa. No me arrepiento de nada.
THE BOYS 1T (AMAZON PRIME VIDEO): Después de la quema de series de superhéroes de Marvel que sufí en Netflix y de pasar por el bálsamo de Umbrella Academy, abordé esta serie con cierto escepticismo. No hay mucho que pueda ofrecer este formato, pero tiendo a darle siempre una oportunidad por pagar mi deuda con mi yo adolescente que gritaría si tuviera a mano series de estos tema. Para mi sorpresa disfruté muchísimo. Humanizar a los superhéroes hasta arrastrarlos por el barro y que se toquen a veces con su extremo como supervillanos es algo que me gusta mucho. Me recordó a un Watchmen más gamberro y menos sombrío. El casting es excepcional y no puedes evitar ver en Patriota a ese jefe que te has cruzado en tu existencia y es un capullo con buena prensa. La gocé tanto que se me hicieron cortos los capítulos de la primera temporada. por suerte he tardado mucho en verla y la siguiente temporada está a la vuelta de la esquina. La devoraré en cuanto tenga la oportunidad.
SERIES
LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS (2016): Apostaría algo a que esta gamberrada carísima no ha sido rentable en absoluto. me recuerda a las típicas fantasías cinematográficas de un grupete de adolescentes puestos hasta el culo de maría. Un cúmulo de chistes sobre dios, razas y sexo perpetrados desde lo más profundo del puff del sótano de Seth Rogen. Una visión ridícula y cruel que no me ha arrancado ni una mísera sonrisa. Bastante predecible y con juegos de palabras que supongo que se perderán en la traducción. Ahora me pregunto que por qué coño la habré visto si ni si quiera me atraía, pero hete aquí el sentido de por qué las listas de cosas por ver no se pueden alargar demasiado. Hace un año justo que empecé esta sección y no aprendo de mis errores. Supongo que no habrá nadie al otro lado de estas líneas que estoy escribiendo, y si lo hace no da señales de vida. Así que seguimos al lío.
DOCUMENTALES
PARCHÍS: EL DOCUMENTAL (NETFLIX): Al igual que ver superhéroes me reconcilia con el adolescente que fui, este documental se lo debía a mi yo infantil. Crecí en medio de la vorágine del fenómeno Parchís y en esa época de nostalgia de los inicios de Internet no era raro que mis búsquedas fueran sobre este grupo. no por ser un fan incondicional, sino por esa sensación de poder recuperar algo del pasado con tremenda facilidad. Ver este documental me ha aportado algo nuevo. Una visión como adulto y padre de ese tremendo éxito. La responsabilidad, las enseñanzas, las triquiñuelas empresariales y demás habrían sido algo que pasara por alto hace unos años y ahora ese contenido gana peso. El documental no pasa de recoger las opiniones y vivencias de unos y otros. No es demasiado amarillista ni hiriente, pero me deja momentos brillantísimos como que tino se fumaba sus cigarros y sus cubatas en plena gira. Pero por encima de todo está el testimonio de el manager de Parchís cuando empezaron. No puedo identificarme más con ese señor ya entrado en años que se cagaba en la calavera de los putos niños días sí y día también. Sus palabras parece que evocan cierta nostalgia, pero seguro que no firmaría de nuevo pro vivir aquel calvario.
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